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Deseos para un nuevo año

Cuentan que un hombre caminaba por la playa una noche de luna llena pensando en "si yo tuviera un coche nuevo...., si yo tuviera una casa nueva..., si yo tuviera una mujer perfecta..., si yo tuviera...."

Tropezó con una bolsita llena de piedras y empezó a tirarlas al mar distraídamente mientras seguía pensando en "si tuviera.....".

Así lo hizo hasta que solamente le quedó una. La miró y se dio cuenta que era un diamante.

¿Te imaginas cuantos diamantes tiró al mar sin fijarse en ellos?

Primer objetivo:

Mirar a nuestro alrederor y sentir lo afortunados que somos. Cada uno de nuestros días, sin ir más lejos, es un diamante valioso e irremplazable. De nosotros depende aprovecharlo o no.

Dame Señor,
lo que tú sabes que me conviene
y que yo no sé pedir.

Que tenga el corazón alerta,
el oído atento, las manos y la mente activas
y que me halle siempre dispuesto a hacer tu voluntad.

Derrama Señor,
tus gracias sobre todos los que amo
y concede tu paz al mundo entero

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