EN DOS PALABRAS



LA RED CÁNTABRA incluye en esta sección pequeños comentarios de actualidad, que pueden referirse tanto a cuestiones internacionales como nacionales, aunque predominarán probablemente los referidos a Cantabria. Se incluirán comentarios cada pocos días. Salvo que se indique otra cosa, el autor de los mismos es Gabino Santos. El lector puede dar su opinión en los Foros.

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CESES

(21-10-2005)

El Gobierno de Cantabria ha cesado a Fernando Gutiérrez Fraile, director gerente de la empresa pública regional MARE (antigua "Empresa de Residuos de Cantabria"), quien, a su vez, según el Gobierno regional había cesado previamente -haciendo un gran favor al Gobierno- a Rosa Chalé, directora de Recursos Humanos e Innovación de la empresa.

Rápidamente, el PP se ha atribuido el logro de los ceses, tras las campañas de las últimas semanas sobre los vertidos realizados en la depuradora de Santander procedentes de otras zonas de la región y sobre las condiciones escandalosas del contrato de la segunda. Gorostiaga lo niega y atribuye el cese del primero -el único del que informó al dar cuenta de lo acordado en la reunión del Gobierno- a ser «lo mejor para el buen funcionamiento de la empresa» en estos momentos. El consejero de Medio Ambiente, Ortega, del que depende MARE, justifica el cese en que «un cargo de este tipo, de libre designación, conlleva una absoluta confianza por parte del consejero, y no había ya una relación de confianza suficiente», clásico argumento para estos casos. Esta pérdida de confianza se ha producido con gran rapidez y sorprende más porque Fernando Gutiérrez era muy estimado por el consejero como lo prueba que anteriormente había sido director del Ente del Agua y Medio Ambiente.

Pese a estos intentos de desvincular los ceses de aquellas denuncias, parece claro que han influido, sobre todo la referente al contrato de Rosa Chalé Bedia. Recordemos que, según reconoció el propio Ortega el pasado día 10 en el Parlamento regional, el contrato estipulaba una retribución fija de 59.700 euros, a lo que se podía añadir hasta un 50% más variable, además de incluir dietas, el pago del alquiler de su vivienda en Cantabria (660 € mensuales se estaba pagando), los viajes realizados desde Barcelona, su anterior residencia, con motivo del traslado, y, aunque no se llegó a pagar cantidad alguna, también los gastos de acondicionamiento de la vivienda. Según Ortega, se trataba de un «contrato cuyas cláusulas corresponden con total claridad y transparencia, al contrato laboral en una empresa, a un profesional muy cualificado con responsabilidades directivas en una empresa pública. Y que tiene el encargo de dirigir el proceso de modernización de esa empresa», encargo que apenas le ha durado diez días más, después de pronunciadas estas palabras, lo cual no deja en muy buen lugar al consejero.

Ortega, que en aquella intervención en el Parlamento destacó en repetidas ocasiones las grandes dotes de la exdirectiva de la Caixa, atribuyó a «la persona que quiere traerlo, porque tiene una confianza en su capacidad para desempeñar las labores que le asigna en esta empresa» la inclusión del cambio de residencia en el contrato. ¿Fue esta persona Fernando Gutiérrez y fue esta contratación -y hacerse pública, tras llegar a través de alguna filtración al PP- la causa de la pérdida de confianza?

Da toda la impresión de que el Gobierno ha querido cortar un asunto que podía dañar claramente su imagen. Sorprende, sin embargo, cómo lo ha hecho y su intento de ocultarlo lo más posible. Gorostiaga, como quedó dicho, informó sólo del cese de Fernando Gutiérrez, cese que por otra parte no ha merecido aparecer en el comunicado en el que el Gobierno regional difunde los acuerdos adoptados en su reunión semanal. La Consejería de Medio Ambiente, por su parte, no ha considerado de interés que la noticia apareciera en su web:



Parece, pues, que el Gobierno es consciente de que está dando, en cierto modo al menos, la razón al PP y por ello trata de quitar relevancia a la noticia que, en cualquier caso, si es una muestra de que el Gobierno quiere acabar con los abusos, es digna de aplauso. Eso sí, es sólo un primer paso al que debe seguir, por ejemplo, una limpieza de los familiares de altos cargos nombrados para puestos de confianza. Veremos a ver si este segundo paso también se da.

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