EN DOS PALABRAS



LA RED CÁNTABRA incluye en esta sección pequeños comentarios de actualidad, que pueden referirse tanto a cuestiones internacionales como nacionales, aunque predominarán probablemente los referidos a Cantabria. Se incluirán comentarios cada pocos días. Salvo que se indique otra cosa, el autor de los mismos es Gabino Santos. El lector puede dar su opinión en los Foros.

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PLAN IBARRETXE

(26-01-2005)

Mucho se ha hablado y escrito últimamente sobre el Plan Ibarretxe (o Ibarreche) pero no aquí. Así que ya es hora de hacerlo.
Se ha dicho del Plan Ibarreche que carece de legitimidad por haber sido aprobado en el Parlamento vasco con los votos de Batasuna, la versión política de E.T.A. Aunque Batasuna fuera declarada ilegal, aprovechando las diversas interpretaciones de algunas leyes, su grupo parlamentario se ha mantenido. Incluso el abogado y ex-consejero del Gobierno de Cantabria, Manuel Pardo Castillo, nada sospechoso de tener intereses al respecto, ha defendido la interpretación hecha por Atucha. Por tanto, mientras no haya sentencia en contrario, no cabe hablar de ilegitimidad.

En todo caso, es cierto que Ibarreche pidió expresamente su voto, lo que diferencia el apoyo batasuno del dado a otras iniciativas de los partidos constitucionalistas, pero ello no quita para que, guste o no guste, sea un reflejo de lo que los representantes elegidos por los ciudadanos vascos quieren. Batasuna consiguió esos escaños, con votos de ciudadanos vascos y parece claro que quienes les votaron están a favor de la autodeterminación a la que el Plan acerca. Por tanto, con independencia de la valoración personal y política que puedan merecer quienes no repudian los asesinatos y la violencia, lo cierto es que representan a un número considerable de vascos. Más sorprendente es, a este respecto, que el P.N.V. haya radicalizado sus postulados sin que sus elementos más moderados hayan dejado oir su voz discrepante: ¿miedo a dejar de "chupar de la teta" del poder, quizás?

Sin embargo, que el Plan haya sido aprobado legítimamente, no quiere decir que sea legal. El Plan Ibarreche se presenta como "Propuesta de Nuevo Estatuto Político de la Comunidad de Euskadi" cuando en realidad debería presentarse como si de una reforma de la Constitución se tratase, no en vano son numerosos los artículos de la misma que, como luego veremos, son violados por el Plan. Cabe preguntarse porqué el Parlamento vasco estando, como está, facultado para proponer una reforma constitucional (art. 87.2 de la Constitución, al que remite el 166), no presenta primero la propuesta de reforma constitucional. ¿Quizás porque, siendo derrotada como previsiblemente sucedería, no sería entendible el victimismo que sí permite el rechazo de una reforma de su Estatuto? Y es que, cuando se rechace el Plan Ibarreche, los nacionalistas van a clamar contra las imposiciones de "Madrid" que "sojuzga" una vez más al "pueblo vasco", mientras que si lo rechazado es una reforma de la Constitución que afecta a todos los españoles ¿cómo se puede hacer ese victimismo?

Son muchos los artículos de la Constitución vulnerados por el Plan, empezando por el artículo 1.2 que dice que «la soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado». No dice que reside en los pueblos de las diversas nacionalidades y regiones. No. Dice en el pueblo español, en su conjunto, y, por tanto, atribuir capacidad soberana a los vascos supone rebasar el contenido constitucional. A partir de ahí son muchos más los artículos violados. Hasta 47, según el abogado Joaquín Ruiz de Infante. En el Plan Ibarreche se llega, incluso, a decir, hablando de las relaciones entre País Vasco y Navarra, que «El Estado respetará en todo caso la celebración de los convenios y acuerdos de cooperación entre ambas comunidades, por lo que no resultará de aplicación a dichas relaciones lo dispuesto en el artículo 145 de la Constitución». Es decir, que se permiten, incluso, situar su Estatuto por encima de la Constitución, como bien dice dicho abogado en el artículo enlazado al que remitimos para un mejor conocimiento de las inconstitucionalidades del Plan.

Las únicas competencias que mantiene como exclusivas del Estado son las referentes a la «nacionalidad española» (¡faltaría más!), la «defensa y fuerzas armadas» (muy caras de mantener), la «producción, comercio, tenencia y uso de armas y explosivos» (competencia vital que les cuesta mucho ceder), el «sistema monetario» (porque tenemos el euro y ni el Banco de España pinta nada), el «régimen aduanero y arancelario» y lo relativo a marina mercante, aeronaves y relaciones internacionales (éstas «sin perjuicio de las actuaciones con repercusión exterior que se reconocen a la Comunidad de Euskadi en este Estatuto»).

Con todas estas violaciones de la Constitución, a mi parecer, nunca se debiera haber admitido a trámite en el Congreso dicho Plan. Lo procedente debiera haber sido devolverlo al Parlamento vasco para que presentara previamente una propuesta de reforma de la Constitución o bien para que adaptara su Estatuto a lo preceptuado por la Constitución. Una vez admitido a trámite, como se ha hecho, se deben seguir, sin precipitaciones, las regulaciones establecidas para su trámite. Fijar el uno de febrero como fecha de la votación a la totalidad del Plan, sin haber solicitado informes a los órganos correspondientes que aclaren que es ése el proceso a seguir y no el que demandan los promotores del Plan y algunos juristas, supone dejar abierta una vía que puede hacer menos eficaz el rechazo que la inmensa mayoría del Congreso de los Diputados va a hacer del Plan Ibarreche, rechazo, en todo caso, plenamente justificado y del que daré más motivos en próximos días en un nuevo comentario.

Leer Plan Ibarretxe II

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