EN DOS PALABRAS



LA RED CÁNTABRA incluye en esta sección pequeños comentarios de actualidad, que pueden referirse tanto a cuestiones internacionales como nacionales, aunque predominarán probablemente los referidos a Cantabria. Se incluirán comentarios cada pocos días. Salvo que se indique otra cosa, el autor de los mismos es Gabino Santos. El lector puede dar su opinión en los Foros.

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PLAN IBARRETXE (II)

(01-02-2005)

Alguien ha dicho, a propósito del Plan Ibarreche, que supone la ruptura de un matrimonio de quinientos años. Es una metáfora, no totalmente acertada, pero que puede servir para acercarse desde otra perspectiva al Plan Ibarreche.

Cuando un matrimonio no funciona, los cónyuges pueden optar por varias actitudes:
- pueden hacer como si nada pasara y seguir manteniendo las apariencias de que todo va bien y de que la relación es buena;
- pueden afrontar el problema, hablar del porqué la relación se ha deteriorado y, juntos, reforzar esa relación;
- pueden, también, hablar y llegar a la conclusión de que no tiene sentido seguir juntos y proceder a la separación;
- puede, uno de ellos, irse de casa;
- pueden seguir juntos, deteriorándose cada vez más la relación, pudiendo caer incluso en la violencia o los insultos.

La relación del País Vasco con el resto de España se remonta a muchos siglos. La mayor parte de este tiempo la relación ha sido satisfactoria, sin mayor problema entre ellos. Es sólo hace unos cien años cuando, desde posiciones muy minoritarias, se comienza a marcar distancias. Estas posiciones han ido ganando peso progresivamente hasta alcanzar en los últimos años, aprovechando el control ejercido de la enseñanza y de los medios de comunicación públicos vascos, cotas muy importantes. Se hace, así, una relectura de la historia, buscándose antecedentes que den más "solera" a lo que han dado en llamar "el conflicto". Da igual que, para ello, haya que convertir lo que fueron guerras (las carlistas) y medidas de superación de una sociedad premoderna en un conflicto territorial. Da igual que haya que hacer de los fueros elemento básico de la "identidad" vasca (¿cuál es el origen de los fueros sino la concesión por un rey castellano de unos privilegios a un territorio?). Da igual que haya que obviar que nunca hasta el siglo XX los territorios de Vizcaya, Álava y Guipúzcoa formaran una unidad institucional.

Sea como sea, lo cierto es que se ha llegado a una situación en que una parte muy importante de los vascos cree que su relación con el resto de España no es satisfactoria, que el "matrimonio" ya no funciona. ¿Y qué hace para afrontar la crisis matrimonial? En lugar de hablar con el otro "cónyuge" sobre los problemas de la relación, le dice:

- «He decidido irme de casa. Seguiré viniendo a la piscina y a la pista de tenis. ¿Te parece bien, no?».

Éste es el "diálogo" y la "negociación" que proponen los nacionalistas vascos, en el que solo cabe contestar «sí», porque si el otro "cónyuge" dice otra cosa, si pide explicaciones..., es un "intolerante" que quiere imponer sus ideas.

Y, sin embargo, ¿qué mayor imposición que decidir unilateralmente "irse de casa", sin contar con el otro? ¿qué mayor imposición que decidir unilateralmente que lo que le interesa lo conserva (la piscina y la pista de tenis, esto es, en esencia, la pertenencia a la Unión Europea a través de la "asociación" con España) sin que el otro tenga nada que decir?

Lo normal, no obstante, debiera ser que el otro diga algo, que intente lograr un diálogo de verdad para descubrir los motivos de la "crisis matrimonial" y decidir juntos cómo tiene que seguir esa relación. Pero, si los nacionalistas vascos insisten en que el diálogo es sobre la cuestión que ellos plantean, puede ser que el otro "cónyuge" llegue a decirle, puestas así las cosas, que sí, que muy bien, que coja la puerta y adiós muy buenas, pero que adiós para todo, que se olvide de la piscina y de la pista de tenis, que o se queda lealmente o se va, pero que se acabó lo de quedarse para lo que le conviene y para el resto no.

Espero que no haya que llegar a estos extremos y lo espero por el bien de los dos "cónyuges" y, sobre todo, por el bien de todos los "hijos del matrimonio", de todos los ciudadanos.

Leer Plan Ibarretxe I

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